El proceso de vulcanización fue descubiertoo por casualidad en 1839 cuando Charles Goodyear buscaba aditivos para eliminar la adherencia en el caucho.
Durante el proceso un trozo de caucho, al que previamente se le había añadido azufre, cayó por accidente en un recipiente que se estaba calentando al fuego. El caucho se inflamó y Goodyear lo arrojó a la calle.
A la mañana siguiente se dio cuenta de que el trozo de caucho había resistido tanto el calor como el frío de la calle y, además, se mantenía elástico y su adherencia había desaparecido.
Durante el proceso un trozo de caucho, al que previamente se le había añadido azufre, cayó por accidente en un recipiente que se estaba calentando al fuego. El caucho se inflamó y Goodyear lo arrojó a la calle.
A la mañana siguiente se dio cuenta de que el trozo de caucho había resistido tanto el calor como el frío de la calle y, además, se mantenía elástico y su adherencia había desaparecido.